¿De qué hablamos en este post?
Orígenes
El Bulldog o Bulldog inglés tiene su origen en Gran Bretaña. Originalmente fue usado como perro de pelea, hasta que en 1835 fueron prohibidas en el Reino Unido.
Su origen más remoto nos lleva hasta el Mastín Tibetano, como casi todos los perros molosos. Los antiguos bulldogs eran perros muy atléticos, más parecidos a los boxer. Su aspecto actual se debe a distintos cruces con Pug o Carlinos que le dieron el hocico tan achatado.
Carácter
El bulldog inglés tiene un carácter simpático, apacible y muy sosegado. Si has visto alguno, con esos andares tan característicos que tiene, habrás querido acariciarlo nada más verlo. Tiene esa simpatía innata que hace que te acerques para darle mimos.
No es de fácil adiestramiento. Tampoco decimos que sea imposible, pero son perros muy tercos e inteligentes. Con paciencia todo se consigue.
Son perros muy cariñosos con las personas que le rodean, pero no es muy afable con los perros. Una característica que hace que sea menos sociable que otras razas a las que les gusta estar rodeado de otros perros. Quizás sea por su pasado como perro de pelea.
Salud
Uno de los problemas de salud más frecuente en los bulldogs es su falta de mecanismos naturales para la regulación de la temperatura corporal. Por eso, en épocas de calor, tendremos que ayudarlo a que esté fresquito en casa, para que no le dé un golpe de calor y sea fatal para el perro.
También le afecta el sobrepeso y problemas cardíacos, pero con la gran variedad de piensos que hay en el mercado, paseos diarios como ejercicio y un buen control veterinario, no habrá ningún problema.